lunes, 12 de marzo de 2012

Tell me that it's true, tell me that you need me so much more then I need you

Se giró por octava vez en la cama en menos de dos minutos, chequeó la bandeja de entrada de su celular y no encontró ningún mensaje nuevo. Todavía Danny no había respondido y habían pasado tres horas desde que le mandó el mensaje por el comienzo de su cumpleaños. Resopló rendida y bajó el volumen de la música y se volvió a girar, cerrando los ojos.
Odiaba con todo su corazón las giras que hacían por el mundo. No soportaba ver como su novio se alejaba un par de meses y que el comunicarse con él se complicara. Odiaba compartirlo con las fans. ¿Es tan raro que una chica quiera a su hombre para ella sola? Parecía como si nadie la entendiera. 
Se tapó con una frazada que estaba en los pies de la cama hasta cubrirse por completo y sus lágrimas comenzaron a liberarse. Siempre se prometía que no iba a llorar en estos casos pero quería pasar esta fecha con él, con el dueño de su corazón, con la persona que más amaba en el mundo. Pero aveces sentía que no le importaba tanto, que no la quería lo suficiente como para que le doliera la distancia... aveces dudaba de que su relación. 


Sintió algo suave y caliente en el lóbulo de su oreja derecha, era una sensación que provocaba que se sonrojara y tener una pequeña sonrisa. Unas cosquillas viajaron de sus labios a su estómago. Sentía que estaba soñando, que estaba en una nube de algodón de azúcar, pudo saborear su textura y gusto. Por un momento se sintió confundida pero al despegar sus párpados pudo tener una vista completa de lo que estaba pasando.
La felicidad arrasó su cuerpo, llevando nuevas lágrimas, pero no con el mismo significado que las anteriores. Pasó su mano por la mejilla de Danny y lo acercó hacia ella y de nuevo sintió los dulces labios del chico, recordandole todo lo que lo había extrañado y se dio cuenta del enorme vacío que tenía en el pecho. 
-Gracias- le susurró en sus labios y los volvió a tomar- Feliz cumpleaños para vos también, mi amor.
Se despidió de sus zapatillas, de sus pantalones y su remera y se metió en la cama con ella, abrazándola por detrás.
Su mente dormida se inundó de preguntas: ¿En qué momento había vuelto a Europa?, ¿Qué pasó con el Tour?, ¿Y los chicos?
-Danny...
-Shh, dormí, en la mañana hablamos. Te extrañé mucho... no quiero volver a irme y dejarte sola, ya no lo soporto, la próxima te vas a tener que venir conmigo.
Besó sus cabellos, la pegó más a su cuerpo y cerró los ojos.
-Te amo, demasiado.

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